domingo, 26 de octubre de 2008

Tristeza

Esa emoción tan temida por unos, y tan aprovechada por otros, La Tristeza. Gran herramienta de todo poeta que se precie, la tristeza ha hecho aflorar las mas bellas composiciones, a veces adornadas de música. El disfrute de esta emoción no está al alcance de todos en cuanto al sufrimiento que supone. Si si, he dicho el disfrute, o quizás sea mas bien, el aprovechamiento de este estado para conocernos mas a nosotros mismos. Huimos de él por simple miedo o incomodidad. Nos tomamos a menudo este estado como una tragedia, cuando ha sido reflexión para filósofos que marcaron época. El ejercicio de pararnos a observar esta sensación supone la extinción de la misma en la mayoría de los casos, mas todavía si no nos recreamos con el bombardeo de catástrofes que elucubra nuestra mente en esos momentos. Es como cuando cuestionas con lógica los pensamientos "y si" o los condicionales, simplemente desaparecen para que surjan los reales.
Las lágrimas que intentan inundar el espacio entre el ojo y el parpado, sentir ese caudal, intendando reprimirlo, la falta de aire que se anticipa al suspiro, las energias mermadas, en definitiva, unos momentos de soledad que quiero siempre cuando llegan, "disfrutar" sin recrearme, observar como estudio de mi mismo.

2 comentarios:

Artea dijo...

Sacar de todo una lección me parece una actitud adecuada ante la vida.

Pensar que toda nuestra existencia va a ser un camino de rosas es tan irreal como creer que lo va a ser de espinas.

El mundo es dualidad, pares opuestos, ying y yang.... pero tras ellos siempre está presente lo "previo" a su propia existencia... ese vacío que los envuelve en una unidad que les da verdadero sentido.

Consecuentemente, todos deberíamos aprender a vivir cada momento, independientemente de que resulte dulce o amargo.

Artea said. :D

marcada dijo...

El problema es si no podemos "disfrutar" de la tristeza cuando antes no sabemos manejar el miedo. Paso a paso querido Artea...
;D

Contador