miércoles, 1 de octubre de 2008

¿Las emociones hablan?




Cada vez estoy mas convencido de que las emociones comunican en mayor medida de lo que nosotros las escuchamos. Así como somos capaces de escucharnos a nosotros mismos en el "castillo del silencio", según escribió Robert Fisher, todavía no sabemos alimentarnos de las emociones. Las emociones nos alimentan tanto física como mentalmente, son sensaciones dificilmente descriptibles con palabras. Nos sería completamente imposible decir con palabras como se siente la emoción de perder a un ser querido, del mismo modo la emoción que se siente con el nacimiento de un hijo.
Con todo esto y para poner un poco de orden, quiero decir que:
Antes de tener un cerebro racional y emocional, el ser humano tenía solo la parte emocional, desde la raíz del cerebro se fue separando una área que ahora conocemos como Racional, el cerebro pensante, para esto han hecho falta millones de años. El pensamiento nace de la emoción, por lo tanto emoción y pensamiento están totalmente unidos, lo que viene a decirnos que también se pueden educar las emociones.
Así como somos capaces de apartar pensamientos negativos (Técnicas cognitivas) y avanzar por la senda del positivismo (Técnicas conductuales) también podemos educarnos para sacar mayor provecho de las emociones."No late del mismo modo un corazón gozoso que uno deprimido", no llega la sangre de la misma forma al cerebro y al resto de órganos. Por lo tanto, aunque estemos educados para disimular las emociones, cuidar las apariencias y no mostrar vulnerabilidad frente a los demás en esta sociedad de competición que hemos creado, lo mas productivo para nosotros mismos es cultivar y mostrar las emociones positivas, de esta forma no dejar sitio a las negativas, en todo caso si las sentimos vivirlas con naturalidad, sin catastrofismos hasta que pasen.
Seguro que será dificil al principio empezar a mostrar mis emociones, pero si esto me puede reportar enriquecimiento o al menos una experiencia...


"Cada vez que un ser humano se niega a aceptar una emoción, se altera todo el funcionamiento de su cuerpo". Laura Esquivel

2 comentarios:

Artea dijo...

Nada peor que no cultivar y expresar nuestras propias emociones.

Y esto es así, tanto para las positivas (que nos engrandecen y satisfacen) como para las negativas (lo que nos permite asumirlas y, en su caso, transmutarlas).

Uno de los mayores problemas de la expresión emocional es que "nos creemos" que, al manifestarla, evidenciamos nuestras debilidades.
Automáticamente, un instinto defensivo nos recomienda esconderlas (o al menos disimularlas) para evitar que "nos hagan daño".
Así construimos nuestras defensas... como un auténtico muro.

Sin darnos cuenta de que, lo que al final queda encerrado entre sus paredes, es nuestro propio corazón...llorando por escapar de dicha prisión.

Los muros pueden evitar que algo entre y nos haga daño... pero evitan al mismo tiempo que nada salga.

Es cuestión de elgir.

Para mí, ahora... es muy simple. ;)

marcada dijo...

Estaba convencido que de este tema a mi amigo Artea sabía de que iba la reflexión.
Celebro que te haya gustado el tema...
;)

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