lunes, 16 de marzo de 2009

2 Voces

Diferenciamos dos voces dentro de nosotros, constantemente nos hacemos la pregunta de a cual de ellas hacer caso para encaminar nuestras vidas. No hablo de trastorno alguno, si no de esas vocecitas internas que nos dirigen hacia pensamientos activadores de nuestras emociones.

La cuestión es a cual hacer caso para llevar una vida consecuente con nuestros deseos y por tanto a nuestra mayor felicidad.

He llegado a la conclusión, como muchos otros, de que la honestidad con uno mismo es el principio de la elección de “voces” en nuestro yo interno. Si partimos de la base de que una de las locuciones es fruto de las creencias impuestas por educación paterna, socialización, religión y demás domesticaciones, es obvio darse cuenta de que al margen de la correcta convivencia con los prójimos, está la elección libre hecha por la Voz mas verdadera: Una que ve la luz y reconoce lo que se mueve en lo profundo de tu Ser.

Esta última no se arraiga en “normas establecidas”, en lo correcto o incorrecto, nada más que en lo que te beneficiaría a ti mismo, en tu felicidad personal. Nada de balanzas en las que rigen estabilidades económicas, ni sociales. Estar donde se quiere estar, en el momento que deseamos y con quien amamos en ese instante. Cuando la elección elegida proviene de nuestro interior mas profundo, una claridad se abre ante nosotros, y una felicidad indescriptible fluye desde el interior. Nada que ver con el placer ofertado por el prójimo, una felicidad sonriente, una alegría serena.

Es hora de remangarse, y después de elegir con la esencia buscar la forma constructiva para hacer tu Camino.

Visto por un analista pragmático esto sería una locura ¿Sin reglas? ¿Qué sería del prójimo?... No hay razón de que yo pierda para que esa persona se sienta complacida. No tengo más que decirle esto y se acabó”.

¡Que fácil amigo! ¿Y la gente? ¿Mi familia? ¿Qué pensarán de mí?

Para esto se siguen hasta terapias y todo, nada más y nada menos que descubro mi felicidad y la freno para convencerme de que no es “correcto”, me debo completamente a mis creencias, Manda Huevos…

Será correcto o no este pensamiento, lo que no hay duda es de su desafío. ¿A cual queremos oir?...

Por Marco



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