Hoy he reflexionado sobre ello, los condicionales nos atormentan en ocasiones, hasta nos hacen sufrir de forma continua. Recurrimos a los condicionales para justificar reglas y errores del pasado, tristeza absoluta para nuestro Ser, tortura sin compasión, desaliento...
Expresiones tales como: "Debería haber podido..." "Tendría que..." Y si además le metemos un NO antes del condicional empeoramos sustancialmente nuestro estado mental.
Aunque los "debería" y los "tendría" son como martillos para nuestra mente, con un simple cambio de patrón se puede variar nuestro ánimo, abriendo preguntas para la resolución de los conflictos provocados por este tiempo verbal. Un tiempo verbal que se torna del condicional al imperativo en nuestra cabeza, apretándonos el cuello cada día.
El cambio de patrón puede ser sustituir el "debería haber" por el "sería mejor si" o "hubiera sido mejor si". Esto hacen suscitar preguntas que cuestionan esos pensamientos y ablandan las rígidas reglas impuestas por nosotros mismos. Abriendose ante nosotros mas de un camino, otras opciones y oportunidades, dejando atrás obstáculos autoimpuestos.
Somos nuestros mayores dictadores.
2 comentarios:
De los tiempos verbales, el que más me gusta es el presente.
El pasado me invita a recordar el pasado; o peor aún, a juzgarlo.
El futuro me invita a inventar el futuro; puro devaneo mental.
No me atraen estos tiempos.
El condicional me sugiere irrealidad. Si hubiera..........
Pero no hubo. Total nada.
El imperativo me da un poco de repelús. Demasiado inquisitorial. Huele a militar por todos lados.
Me quedo con el presente.
Yo amo. Yo soy. :D
Veo que sabes elegir...
;)
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