En estos días estoy detectando la especial generalización de una distorsión de pensamiento a mí alrededor. No me explico el por qué se produce esto, al menos ahora, sobre todo en el entorno laboral. Esta distorsión se llama
De repente hay un sujeto, ese que creías tu compañero de viaje, que te increpa con desaire, ira y angustia, todo esto precedido por un intercambio de opiniones o de haber entrado en conflicto producto de una incidencia o problema; el “afectado” por este “virus” te dice que “ya sabía lo que yo pensaba de el”, “que esto lo veía venir”, “que todo lo que le pasa es por mi mal concepto que tengo de el”, así podría detallar mas y mas formas de expresiones que se utilizan para decir que: Por mucho que te esfuerces El sabe mas de ti que tu mismo, y que sus creencias afianzadas en una dilatada experiencia de vida no se doblegarán por mucho que tu de esfuerces.
En ese momento te haces preguntas: ¿Por qué no me escucha? ¿Por qué no se limita a procesar el significado de cada una de mis palabras? ¿En que momento he dejado de comunicarme correctamente? Te asaltan las dudas, hasta que dejas de hacerlo, procedes a concentrarte en una escucha activa, sin juzgar, sin prejuicios, y descubres la distorsión, esa misma en la que yo mismo sucumbí en ocasiones.
Desde aquí invito a limitarse a la escucha, sin etiquetar, solo percibiendo las palabras, el gesto, la mirada y proceder a ayudar a este ejercicio a todo semejante. Está claro que no es empresa fácil, tendremos que rendirnos ante trastornos de personalidad muy arraigados, yo empecé por mis seres mas allegados, para con mayor práctica continuar con mi entorno. Sin ánimo de ser evangelizador, algo que si pretendiese solo podría devolverme al pozo de mi propia ignorancia, cegado por mi prepotencia y vanidad. Solo pretendo un crecimiento que estoy llevando a cabo, o al menos tener la claridad suficiente, con humildad… Sigo descubriendo y aprendiendo…
2 comentarios:
Estás rodeado. :D
Hay mucho para leer sobre la temática que apuntas en el post; ya sabes, desde el lenguaje corporal a la comunicación no violenta.
Los expertos en la materia afirman que las palabras apenas suponen un 10 o 15% del mensaje real que "pretenden transmitir" o que se "esconde tras ellas".
La vida es muy divertida. ;)
Un fuerte abrazo.
Muy divertida si la observas, y tu sabes bien de que hablo.
Recojo ese abrazo y te envío otro con rotura de esternón.
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