jueves, 13 de noviembre de 2008

Estrés

Pues sí, el estrés parece ser que se puede manejar, ardua tarea me queda pues...
Después de escuchar y leer a profesionales y amigos respecto a este tan recurrente estrés, he llegado a la conclusión de que no me he parado a valorarlo en mi vida. Ha sido siempre esa adrenalina que me ha empujado a hacer un poco más cada día, la que llevaba a mi cuerpo a hacer maratonianas jornadas de trabajo. Ahora me he dado cuenta, ahora lo valoro, ahora he tenido que parar; una pena tener que hacerlo a las bravas, hubiera sido mejor que se dejase ver este monstruo poco a poco, pero no, de golpe, como a traición sin serlo. En fin, ahora toca manejarlo, ya se recaban datos de como paliar los efectos y administrar esa energía sin que ésta rebose. Será poco a poco, de forma lenta pero sin pausa, al ritmo que he elegido para hacerlo, ritmo en consonancia con mi vida que comienza siempre a continuación del presente pensamiento. Atrás tendrán que quedar las prisas sin causa justificada, las demostraciones estériles para con los demás, los plazos ajustados, los enfados por no poder llegar a estándares elevados, para dejar paso a un puñado de asertividad y serenidad. Veremos como se da, espero que bien, otros lo han logrado.

3 comentarios:

klimtbalan dijo...

Querer es poder...

Anónimo dijo...

Mucha suerte.

Un abrazo

marcada dijo...

Gracias a todos, se que lo decís de corazón. El camino ha comenzado...

Contador